Por: René J. Reyes Medina*
La medición económica es una gestión de servicio a la sociedad muy subestimada en estos tiempos. Como mencioné en la columna “La credibilidad de las estadísticas del Gobierno de Puerto Rico” del 13 de enero de 2020:
“La información que levanta el Gobierno con propósitos de medición no sólo sirve para implementar política pública y fiscalizar; le sirve a la ciencia, la historia y en fin, a la gestión familiar y al desempeño de toda la sociedad.” (1)
(Fuente de datos: Negociado de Analisis Económico y Negociado de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, 2017)
Esa subestimación permite que se tomen decisiones a nuestras espaldas
sin que consideremos importante el impacto de éstas, hasta que es o sea
demasiado tarde. En los tribunales, cuando un abogado tiene casos que envuelve
tasaciones, se utilizan ajustes de costo de vida y de pérdida de valor
monetario. De igual forma, cuando se transan casos sobre ajustes en bonos y
salarios, se usa el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Todos estos indicadores, además, son "bloques" para la
construcción del instrumento estadístico-social conocido como Producto Interno Bruto
(PIB). Al igual que los índices de precios, los de gasto, como las
importaciones, el pago de renta de los negocios, los flujos de interés de
préstamos declarados por las Cooperativas y Compañías de financiamiento (con
base en Puerto Rico), entre muchos otros, son indispensables para saber lo que
hacemos desde la perspectiva del PIB y de otros indicadores macroeconómicos.
Todos estos componentes junto a la história económica del País, cuentan el
presente y pueden ayudarnos a construir el futuro, desde la ciencia.
El miércoles 29 de enero del 2020 la Comisionada Residente de Puerto
Rico, la Sra. Jennifer Gonzalez, abogó frente al Director del Negociado de
Análisis Económico de los Estados Unidos (BEA, por sus siglas en inglés), el
Sr. Bryan Moyer, a favor de la eliminación del Electronic Export Information
(EEI) (2). Éste, como he mencionado antes, reporta lo qué entra y sale de los “confines
geográficos” del archipiélago (y otras jurisdicciones estadounidenses de ultramar que también
utilizan este formulario).
La Comisionada Residente se ha expresado en más de una ocasión
reclamando que el trámite de completar el EEI es un “costo adicional” a las
empresas que hacen y pretenden realizar negocios en Puerto Rico. Al igual que
ella, el Gobernador depuesto Ricardo A. Rosselló González en el 2017 promulgó
la Orden Ejecutiva OE-2017-030 donde le ordenaba realizar a un grupo de
ejecutivos gubernamentales un estudio para eliminar este formulario (3). La
idea que ha impulsado gente de la talla del ex Senador Kenneth McClintock fue
resumida en su orden ejecutiva por Rosselló González de la siguiente manera:
“La radicación del EEI perpetúa la percepción errada de que Puerto Rico no es parte del mercado común de los Estados Unidos, lo que resulta en que algunas empresas americanas discriminen en términos de precios y disponibilidad, o decidan no enviar sus productos a Puerto Rico.”
Este servidor confiesa no estar seguro, si Amazon decida no vender los
mismos especiales a los Estados continentales que a Puerto Rico e Islas
Vírgenes, debido a un formulario electrónico que toma menos de 5 minutos
llenar, y es común junto a otro grupo de transacciones aduaneras para este tipo
de “intercambio comercial”.
A diferencia de los detractores de las Cuentas Nacionales de Puerto
Rico -que no muestran evidencia, ni una modelación alternativa para mitigar sus
elucubración ideológica- a las y los economistas nos ocupa el demostrar y
entender. Si no, entreguemos el título de "científico sociales" y
entonces, somos otra cosa.
La eliminación del EEI para las transacciones registradas de
importaciones y exportaciones, desaparece de golpe la referencia que tenemos
sobre los artículos específicos que entran y salen. Esto quiere decir que si a
la economía de Puerto Rico se importaron $100 mil dólares de materias primas de
cristales de opio y se exportan 5 millones en Medicamentos derivados de esta
planta conocidos como “opioides”, esos 4.9 millones en valor agregado, no
habría forma de registrarlos (es un ejemplo, no soy químico). Por ende,
eliminar el EEI rompe un bloque importantísimo de nuestro sistema de medición
económica.
Sería mejor que el gobierno de la actual administración diga: “vamos a
eliminar la medición económica de Puerto Rico”. Claro, eso levanta ronchas
inmediatas obvias en el actual contexto que a lo mejor prefieren evitarse. Pero
sería sincero y acabaría la incertidumbre de quienes sabemos que no hay
alternativas al EEI. Y más importante que de plantearse una alternativa, toma
erguirla y compararse a la información actual, antes de eliminar lo existente
(ver, Diagrama 1).
Diagnóstico a la luz del
modelo de EEUU > Identificación de deficiencias según este > Decisión
político-estadística
(Diagrama 1)
Al momento que se escribió el primer artículo citado al inicio de este
escrito (ver, Referencia 1), se esperaba que el BEA y su grupo especial
culminara la entrega de todos los componente de la revisión desde 2005 al 2017
del Producto Interno Bruto de Puerto Rico para enero del 2020. Sin embargo, al
día de hoy la comunidad de estudiosas y estudiosos de la Economía del País aún
espera el desenlace de esta gestión (4).
La pretensión de González y Rosselló, respecto al futuro de la
medición económica de Puerto Rico, va en contra de la búsqueda incluso de
oficinas como el BEA. Esta intenta crear mayores instancias de cotejo, para
poder mejorar los “bloques” para la medición de la economía de los Estados
Unidos; incluso, para la Estadidad el EEI es mejor que nada. El argumento
entero de Rosselló y González es que se busca medir la Economía “como Estados
Unidos mide los demás Estados y Territorios”. Esto implica comprender que la
medición que se hace para Puerto Rico es bastante diferente a la de éstos, en
qué manera es distinto y cuán buena idea sea cambiar a esta alternativa, como
se mencionó en el Diagrama 1.
Probablemente, en un futuro veamos una integración mayor de la parte
Económica de la Junta de Planificación de Puerto Rico a la gestión del BEA,
algo natural en este tipo de gestión intergubernamentales para mutuo beneficio.
Lo que no debe fomentarse es una desconección con el resto del mundo. Debemos
promover acuerdos como los que gozan el Departamento del Trabajo y el Instituto
de Estadísticas; convenios de pre aprobación y colaboración directa en asuntos
tales como Censo Poblacional, Encuesta de la Comunidad, Encuesta de Empleos y
Salarios Cubiertos (QCEW), entre otros importantes asuntos. O como las
colaboraciones que sostiene la Junta de Planificación y el Comisionado de Instituciones Financieras con organizaciones internacionales como la Organización de Naciones
Unidas y las organizaciones internacionales del sector de la banca,
respectivamente, como fuente oficial de información. En cambio, lo que
persiguen González y Rosselló es que Estados Unidos “mida su economía en Puerto
Rico” y luego tome cualquier encuesta, probablemente la misma QCEW y los datos
para Puerto Rico, para ponderar esa medición, separando el pedazo de Puerto
Rico:
“Teóricamente, debería ser una tarea fácil determinar el valor agregado por las industrias en los estados. Uno de los métodos sería encuestar a todas las empresas en los estados y compilar una lista del valor de los bienes y servicios que produjeron y cuánto costó producirlos. O, uno podría ir a una agencia estadística estatal central y preguntarle por el valor agregado para cada empresa en el estado y luego sumarlos todos.
Desafortunadamente, ninguno de estos es una opción, porque es demasiado costoso realizar un censo económico anual por estado, y ningún estado existe agencia estadística que compila dichos datos. Por lo tanto, el valor agregado por la industria debe derivarse de la información que ya existe (5). (Estimation Methodology, Bureau of Economic Analysis [traducción del autor])”
A modo de ejemplo, la Imagen 1 (al inicio del escrito) muestra
una ilustración coroplética del PIB y el
Empleo a través de los 50 estados y el Distrito de Columbia, para el 2017. Es
decir, lo mismo se hace en Puerto Rico, para ponderar a nivel municipal el PIB
y adjudicar aportes parciales, que sumados comprenden la economía del País. Pero
entendemos que esto no da un mejor panorama de la economía municipal, que lo
que fuera erguir encuestas y levantar un sistema de indicadores municipales,
sino que pone la economía municipal en función de la economía del País.
Referencias:
(1) “La credibilidad
de las estadísticas del Gobierno de Puerto Rico", El Post Antillano, 13 de
enero de 2020, visitado en:
http://elpostantillano.net/revista-dominical/332-caribe-hoy/24292
-2020-01-13-18-52-29.html
(2) “Jennifer
González, busca eliminar barreras
comerciales”, Comunicado de Prensa, 29 de enero de 2020. visitado en: https://gonzalez-colon.house.gov/media/press-releases/jenniffer-gonz-lez-busca-eliminar-barreras-comerciales
(3) “Gobernador
firma orden ejecutiva para eliminar EEI”, Sin Comillas, 24 de abril de 2017, visitado
en:
http://sincomillas.com/gobernador-firma-orden-ejecutiva-para-eliminar-eei/
(4) “Prototype
Economic Statistics for Puerto Rico, 2012-2017”, 15 de octubre de 2019,
visitado en: https://www.bea.gov/data/gdp/gdp-puerto-rico
(5) “Gross
Domestic Product By State, Estimation Methodology”, Bureau of Economic
Analysis, 2017, visitado en:
https://www.bea.gov/sites/default/files/methodologies/0417_GDP_by_State_Methodology.pdf
* René J. Reyes Medina tiene un Bachillerato en Ciencias Políticas y una Maestría en Economía de la Universidad de Puerto Rico.
-Derechos reservados a nombre de Econ Web PR, econwebpr.com y econwebpr.blogspot.com (Est. 2020)
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